Por Tere Sotelino
Éxito, fama, fracaso, olvido. Ambiciones, celos, PODER. La niña precoz del vodeville, la actriz de la época de oro, y el cine de Hollywood, en la parábola del éxito.
Baby Jane, la niña estrella convertida por su padre (el sistema) en mercancía, a la que el éxito convierte en un payaso siniestro que sale de la caja, una niña/ muñeca tirana que impone sus caprichos, y que quedará atrapada en la infancia por su fracaso en la adultez, una muñeca con la cabeza rota.
A Blanche, la representante del star system, el éxito le ha dado riqueza y poder que comprobamos en ese auto con estacionamiento reservado, el símbolo, el arma. Usará esa arma para castigar a su hermana por haber osado humillarla en público, la peor afrenta para un poderoso, y en ese acto quedará indefensa. El éxito se ha cobrado su segunda víctima.
Hollywood, que ha superado el paso al cine sonoro, (1917), que ha alcanzado el éxito en 1935, se enfrenta ahora (1962) con su decadencia, ante la masividad de la TV. Se defiende del olvido a través de la reproducción de las películas en la televisión, donde, el otrora omnipotente star system debe aceptar la humillación de ser interrumpido por la publicidad de un alimento para perros.
El poder ha ido cambiando de manos según los momentos de éxito, de fracaso, o de olvido: quién tiene el dinero, quién no, quién juzga y quien castiga, quién es dueño de la vida del otro, quién tiene la palabra. (El productor y el representante, Blanche amordazada, los comerciales en la TV).
La infancia del cine ha quedado atrás, su espléndida madurez agoniza, su herencia está amenazada.