Por Tere Sotelino
Me costó mucho trabajo llegar a una tesis sobre Bastardos sin Gloria, porque yo veo en ella dos historias paralelas, que nunca se cruzan, sólo se tocan (en la sala de cine y en el personaje de Landa), y no se necesitan una a la otra para el desarrollo de la narración. Entonces el mayor desafío fue encontrar una tesis que diera cuenta de un significado común a ambas.
Y acá está el resultado:
El film habla de un combate en el territorio de lo simbólico, entre el nazismo y sus enemigos, mediante dos armas que podríamos llamar comunicacionales, o culturales: el cine, y la publicidad, o la propaganda.
1. El cine es una mujer hermosa
Shoshana (S) es “El Cine”, lo personifica en todas sus facetas: ella es la creadora del film que se proyectará, es la productora, la guionista, la cámara, la directora, la protagonista, la proyeccionista, y ¡hasta la dueña del cine!
En la escena de la cabaña, a partir del momento en que se la nombra, la cámara toma su punto de vista, de abajo hacia arriba. Vemos sus ojos a través de la hendija registrando lo que sucede. Cuando se escapa, su imagen se ve en el recuadro iluminado de la puerta, como proyectada en una pantalla de cine. Ahora todos pueden verla, es pública, es la película.
Shoshana está arriba de una escalera, (varias veces a lo largo de la película), tiene desde allí una visión total de lo que sucede, y desde allí puede elegir lo que va a mirar, o lo que va a mostrar.
Shoshana, en una imagen bellísima, está vestida de rojo al costado de una ventana circular, formando parte de la curva del círculo con su postura corporal. La ventana se asemeja a la lente de una cámara, y ella es la personificación viva de esa lente. La imagen que se ve a través de esa “lente” se aproxima cada vez más, como un zoom, para mostrar su “objetivo”: el símbolo del nazismo, la esvástica. “El Cine” enfoca el nazismo a través de su símbolo, en ese terreno se da la batalla. Esta es para mí una escena fundamental.
A continuación, vemos la mirada de S. en un primerísimo plano (la mirada del Cine), antes de pintarse para la batalla (su mensaje grabado). Cuando termina de grabar, baja el tul sobre sus ojos (se apaga la cámara).
2. Los bastardos, esos publicistas
La idea de los bastardos como agentes de propaganda o publicitas se me ocurrió a partir de pensar en ¿por qué armar un grupo de tareas dedicado a matar nazis? Si los ejércitos aliados lo hacían, ¿cuántos enemigos podrían eliminar más que los ejércitos con sus aviones y cañones ya lo hubieran hecho?
Evidentemente la diferencia estaba en la forma, en la crueldad. ¿Y por qué hacerlo de esa forma? ¿Con qué objetivo?
Escuchemos al Tte. Aldo Raine (el diálogo es relato aquí):
“Seremos crueles. Nos conocerán por la crueldad, verán la evidencia, nos tendrán asco, hablarán de nosotros, pensarán en nosotros, nos temerán, nos imaginarán cuando no puedan dormir”.
Parafraseando el mensaje institucional de una agencia de publicidad local: “… invadir el territorio más importante de las campañas: la cabeza y el corazón de los enemigos”.
La acción de los bastardos es publicitaria, es una campaña, forman parte de esa campaña hasta los sobrenombres: Aldo El Apache, El Oso Judío, son nombres “marketineros”, cimentados en una fama. Hitler, conciente de su potencia, prohíbe que se los llame de esa forma.
Ver a Dony matar nazis con el bate es lo más parecido a ver una película- dice el personaje de Pitt. La crueldad llevada al plano del espectáculo, un mensaje masivo.
Otro elemento que veo como formando parte de esta campaña, es la marca de la esvástica en la frente: los que no mueran, llevarán de por vida la marca de su ignominia, y también de los Bastardos.
3. La batalla final
EL Cine: La película de S invade y destruye la película de Goebbels, en el ámbito que les es propio.
La campaña publicitaria: Aldo El Apache nos deja su marca, ya no lo podremos olvidar.