El Club El Silencio y la caja de Pandora
Por Roberto Carlos De Francesco
La visión de la película me trajo a la memoria a Borges y su cuento “Las ruinas circulares” donde un mago, ¿será casualidad?, sueña despierto con otro ser, quizás su hijo o su doble y lo materializa y lo hace a su imagen y semejanza … “El hombre, en el sueño y en la vigilia, consideraba las respuestas de sus fantasmas, no se dejaba embaucar por los impostores, adivinaba en ciertas perplejidades una inteligencia creciente. Buscaba un alma que mereciera participar en el universo”…, para luego que su sueño se corporiza, desprenderlo de su lado y encomendarle parte de sus tareas en otro sitio. Luego se da cuenta que él también es una apariencia, un sueño de aquel que creó.
La obra de Lynch habla, sin duda, de los sueños, no sólo de aquellos que se materializan dormidos sino también los de la vigilia que son ilusiones, deseos y ambiciones de los seres humanos que en el film se corporizan a través de Hollywood, ese lugar que es el emblema en el mundo entero, de la fábrica de ilusiones y que en la película se encuentra presente ya sea sobrevolándola con la cámara o bien haciéndonos entrar en los set de filmación. Pero la metáfora de Hollywood es el club El Silencio, allí nada es real y el artificio está explícito.
En esta obra de Lynch, pongo el acento en dos escenas que resumen, a mi entender, la exégesis del film que son las que ocurren en el Club El Silencio y la aparición de la caja azul.
El Club El Silencio donde veo representado a la industria del cine que crea ilusiones y sueños provoca llantos o estremece a la platea como si fuera un truco de magia. Al igual que en una película podemos presenciar lo que no existe o escuchar el sonido del silencio.
Dado que todo está grabado, podemos prescindir de lo real pues sólo se está creando una ilusión. Esta fábrica de sueños es también la que los aniquila, así Diane es devorada por esa maquinaria que primero destruye sus ilusiones y luego la lleva a la muerte.
Creo que cuando Rita se transforma en rubia con la ayuda Betty y ambas se reflejan en el espejo en un doble juego de iguales y a la vez diferentes se confirma la dualidad y el deseo de Diane-Betty que, si no puede parecerse a la morocha exitosa, será aquella la que se le parezca.
Ya en el Club se encuentran con un espectáculo que explicita el artificio. Allí no hay banda todo está grabado y alguien puede morir en medio del escenario pero la función continúa. Ese gran creador de mentiras y sueños, el mago ilusionista que nos recuerda que nada de lo que sucede allí el real, provoca primero el llanto de ambas ante la plañidera canción en español, y luego un temblor que sacude a Betty. Allí encuentran la caja azul, y como Pandora, Camila no puede evitar abrirla, Betty desaparece, ella también. Todo fue un sueño.
A su vez y en una vuelta de tuerca Lynch nos muestra que el ser de apariencia diabólica, y que era el que atormentaba en sus sueños al hombre de Winkies, es quien posee la caja azul y de ella se escurre la pareja de ancianos que llegarán hasta Diane para abrumarla y terminar de desquiciarla.
La caja azul que tiene en su poder el ser misterioso, es para mí la caja del famoso mito de Pandora que una vez que se encuentra la llave
de ella salen todos los males del mundo y queda encerrada la esperanza.
Diane no tiene escapatoria y debe morir, ella también encuentra la llave azul pero ésta sólo la remite a su culpa y ya no tiene esperanza, ésta quedó atrapada en la caja de Pandora.